La palabra «primavera» suena taaan bonita. Tardes más largas, más luz, otra energía… Toda una explosión de vida que cada año esperamos con ilusión.
Y como toda revolución, algunas veces, llega con algunos contratiempos. En este caso, para la epidermis.
Porque, así, entre tú y yo, la primavera la piel altera. Así que aquí te dejamos algunos consejos que te resultarán útiles para evitar los picores, las alergias y las reacciones y que te ayudarán a sentir tu piel suave, nutrida y luminosa. ¡Feliz primavera!
Consejo nº 1: Aplícate tu tónico en el cuerpo
Sí, sí, has leído bien. Hemos dicho CUERPO.
Al igual que el rostro, el cuerpo agradece un extra de hidratación y, a pesar de que estamos acostumbradas a utilizarlas exclusivamente en el rostro, las aguas florales son la mejor opción.
¿Alguna vez has notado pequeñas escamas en las piernas o en los brazos? ¿O que te pica muchísimo la piel después del baño? Es normal.
El uso de jabones, hace que el manto de la piel que naturalmente es ácido, se alcalinice. Vamos, que se altera, provocando semejantes reacciones en tu piel.
¿Que cómo puedes solucionarlo? Muy fácil.
Seca bien tu piel al salir de la ducha. Después pulveriza todo el cuerpo con un hidrolato de rosa o nerolí para equilibrar el ph de tu piel y, como colofón final, aplícate un aceite altamente nutritivo.
¡Adiós, escamas y picores!
Consejo nº 2: Alimenta y nutre la piel con aceites vegetales
Piénsalo. ¿Qué pasa con la ensalada cuando la aliñas con aceite de oliva? Pues que se enriquece y tú te beneficias de las propiedades de los ácidos grasos.
Con tu piel sucede lo mismo.
Y, sí, hablando de aceites botánicos, nosotras tenemos el tope de gama. Para que nos vamos a engañar.
Utilizando con constancia nuestro aceite botánico de belleza de nerolí y jazmín conseguirás:
- Regenerar tu epidermis gracias al aceite de almendras y su alto contenido en vitamina.
- Crear una capa protectora y aterciopelada por el efecto del albaricoque y sus ceramidas. Garantía de una piel suave.
- Calmar y reparar picores y rojeces por la acción de la caléndula infusionada.
Solo te decimos una cosa. La magia de la fragancia natural de sus flores blancas de jazmín y nerolí hará que se convierta en tu aroma favorito del verano.
El mismo con el que soñarás en invierno…
Consejo nº 3: Duerme mucho y bien
Puede parecer obvio, pero ¿lo prácticas? Déjanos contarte que tu cuerpo se regenera mientras duermes.
Porque, mientras tú planchas la oreja, tu hígado, tu páncreas y las vías aéreas se limpian y tu médula ósea produce más glóbulos rojos y esto se refleja en tu rostro.
Así, sin tener que hacer nada más que descansar. Y, encima, gratis.
Consejo nº 4: Aprovecha los beneficios de la aromaterapia
Poco se habla de la astenia primaveral, su cansancio permanente y la falta de energía.
Suena a tópico, pero es una realidad: no hay mejor truco de belleza que el de sentirte bien.
Por eso, aunque no apto para personas alérgicas, aquí tienes otro tip que te hará lucir tu mejor cara: sal a pasear al caer la tarde y disfruta del maravilloso olor que desprenden las flores de azahar en el mes de abril, las primeras rosas, los jazmines y la dama de noche.
Está comprobado. Los beneficios de la aromaterapia tienen un impacto muy positivo en nuestro cerebro y activando la dopamina, también conocida como la hormona del placer.

Consejo nº5: Hazte una mascarilla casera de papaya
¿Qué por qué papaya? Bien, pues porque esta fruta contiene una de las enzimas más potentes que se conocen: la papaína.
La papaína tiene el poder de:
- Conseguir que tu piel luzca suave, uniforme y radiante al eliminar las células muertas, incluso de las capas más profundas.
- Activar el colágeno de forma natural y mejorar la firmeza de tu rostro.
Y todo esto poco a poco, de forma suave y sin irritar tu epidermis.
A diferencia de los alfa-hidroxiácidos más conocidos como el glicólico o el salicílico, puedes utilizar la papaína aunque tengas la piel sensible o estés embarazada.
Guárdate a mano esta receta y si puedes repetir la mezcla y utilizarla una vez por semana durante un mes, mejor que mejor:
Ingredientes
-2 cucharadas de puré de papaya
-1 cucharada de yogur (puede ser vegetal)
-1 cucharada de harina de maíz o arcilla blanca

Coge un poco de papaya y machaca la fruta con un tenedor hasta obtener una pasta homogénea.
Añade una cucharada de harina de maíz o arcilla blanca para espesarla y lograr que sea más fácil aplicarla.
Si además añades yogur, estarás aportando un extra de vitaminas y ácido láctico a la mezcla que favorece la luminosidad.
Aplica en el rostro, incluyendo cuello y escote, y déjala actuar un máximo de 10 minutos.
Después, aclara con agua y aplícate un tónico y tu sérum habitual sobre la piel.
