«Vale. Cuidamos nuestra alimentación y también lo que nos aplicamos en la piel, pero ¿qué pasa con lo que nos rodea y lo que respiramos?».
Esta es la pregunta que nos hicimos hace 7 años.
Y es que Nasei tiene una hermana melliza. A pesar de que ella es la discreta de la familia, seguro que te suena de algo, ¿verdad?

Tienen mucho en común —como buenas hermanas—, aunque cada una tiene una personalidad propia.
Nasei es la mayor, fue la primera en nacer. No encontrábamos cosmética orgánica que fuera de la mano con nuestros valores ni filosofía, así que decidimos que si la montaña no iba a Mahoma, Mahoma iba a la montaña.
Con Flores del Norte, así es como se llama la benjamina, nos pasó lo mismo. Por eso decidimos liarnos de nuevo la manta a la cabeza y creamos nuestro primer ambientador de verbena y naranja.
Al igual que su hermana, tenía que cumplir 3 requisitos: su calidad, que sus ingredientes fueran naturales y que no tuviera nada que ver con los aromas de síntesis y de origen petroquímico cargados de alérgenos.
De esta manera nació Flores (de apellido del Norte). Si Nasei es la marca cosmética que no encontrábamos por ninguna parte, Flores del Norte es lo propio en línea de hogar.

Sabemos lo que estás pensando, «no es el nombre más original del mundo», pero sí el que resume a la perfección el proceso de recogida y creación de nuestras propias destilaciones y maceraciones de flores y plantas para crear los perfumes de hogar, velas y sprays de la línea.
¿Qué significa esto? Pues que está realizada únicamente con extractos botánicos de nuestro entorno. No lleva ni conservantes, ni otros ingredientes. Solo los aceites esenciales de los elementos del campo que Celia recoge con sus propias manos.
Ella es quien de manera 100% artesanal crea cada uno de los productos en su casa taller de Amorebieta, en Bizkaia, con muchísima sensibilidad.

Flores del Norte es honesta, sostenible y real.
De esas que no te deja indiferente.
Piénsalo. ¿Hay algún aroma concreto que solo con olerlo te haga sentir bien? Ahí tienes la prueba de que los perfumes no solo aromatizan los espacios, sino que influyen en tu estado de ánimo y ejercen una potente función psicológica.
Por eso reconocerás a Flores del Norte por sus aromas, pero también por las emociones que te provoca. Los mismos que te llevarán a buscar en tu archivo de recuerdos de momentos felices: una placentera «siesta bajo el naranjo», las renovadoras noches de «dulces sueños» o un inolvidable «paseo por el campo» entre flores de lavanda.

¿Has leído el «El perfume» de Patrick Süskind? Pues la misma perfumería alquímica antigua que utilizan en Grasse, la región donde se localiza la historia, es la que usamos en la elaboración de cada producto de Flores del Norte.
Y, por supuesto, es una tía con las cosas claras. Tiene muy claro su propósito: eliminar de los hogares los productos con fragancias sintéticas para sustituirlos por productos amables con el entorno.
Por eso, su composición utiliza solamente los propios perfumes de plantas y flores, y todos sus ingredientes (incluido sus envases de vidrio) son biodegradables. Ahora ya conoces mejor Flores del Norte.